martes, 4 de enero de 2011

Might have been

Con lo sencilla que sería la vida sin esos pensamientos nocturnos mientras damos vueltas en la cama... Por qué nos pasamos la mitad de nuestra existencia en lo que podría haber sido, en aquello que no dijimos o hipotetizando posibles experiencias?
De nada sirve, si luego seguimos acobardándonos ante cualquier situación tensa o medianamente inestable.
Tendemos a quedarnos en el puerto, por temor a la pleamar que pueda haber en el océano. Sin pensar que para eso no se construyeron los barcos.
Dejaros llevar por lo que realmente sentís... porque sino os podeis arrepentir el restro de vuestra vida.



Cause I wont spend another day wondering what might have been

4 comentarios:

  1. Dacord amb tu!! perquè es millor viure els moments, que despres tindre que dir "guardar como.." perquè despres t'arrepentises de no haver fet allò que te demanava el cos, el cap, el cor....

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  2. Muy cierto, puede que demasiado.
    Diseño nuevo :)

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  3. El miedo es lo que nos lleva a dar esas vueltas en la cama, a qedar en la cuerda floja y retorcernos en la duda eterna.
    La duda es lo que nos hace querer cambiar de puerto sin haber desanclado en el puerto anterior y ¿Por qué? porque el ser humano, está dispuesto a obstaculizarse el mismo, el peligro, el daño,la dificultad nos atrae. Y dicen que...somos seres racionales...lo veo discutible, bastante discutible, pero ...Sin esos pensamientos, esos 180º en la cama, no le daría pie al más valiente a llorar, a posarse ante la vida fría y gritar "quiero hacerlo" y a continuación hacerlo.
    Porque el más valiente es el que se retuerce, lucha y dialoga con la almohada y acciona su voz, posa sus pies en el suelo y reanuda la lucha...
    Estoy con ese texto, muchos quedan por el camino, otros lo consiguen.
    Después de una buena causa, de dialogar con uno mismo va el efecto, muchos acobardan sus más frágiles sentimientos, otros consiguen deslizarse por el mayor deporte de riesgo, ser feliz.

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  4. Bendias y putas vueltas en la cama. A mí me salvaron la vida más de una vez (o tal vez fueron mi muerte, según se mire).

    El camino se hizo para dudar. Descartes era el único loco que lo entendió.
    Pero, quiero que conste en acta, que el camino también se puede hacer a pie. Para algo inventaron las carreteras los cobardes (y también para sacarse, en parte, las culpas de encima, claro está).

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